viernes, 28 de junio de 2013

Tdah en adultos estudio


Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en el paciente adulto: Visión del clínico.

(Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD) in the adult patients: View of the clinician.)
Autor-es: Javier Quintero, Vicent Balanzá-Martínez, Javier Correas, Begoña Soler, Grupo GEDA-A.
Palabras claves: TDAH, Déficit de atención, Hiperactividad, Adultos, opinión, Encuesta.
Keywords: ADHD, Attention deficit, Hyperactivity, Adults, Opinion, Survey.)



. El TDAH es una entidad clínica que persiste en muchos casos, durante la adolescencia incluso en la edad adulta. Asumiendo que la mayor parte de los adultos con TDAH no habrán sido diagnosticados en la infancia, el grupo de trabajo GEDA-A (Grupo de Estudio para el Déficit de Atención en el Adulto) consideró importante valorar el grado de conocimiento del TDAH por el clínico, para facilitar la identificación del trastorno en el adulto.

Metodología. Se diseñó una encuesta transversal, completada por especialistas implicados en el diagnóstico y tratamiento del TDAH. Se incluyeron preguntas sobre el conocimiento de la patología en las distintas etapas de la vida (infancia, adolescencia y edad adulta).

Resultados. 484 clínicos, con edad media de 45 años (IC95% 44 a 46) y 17 años de ejercicio profesional (IC95% 16 a 18) completaron la encuesta. 384 eran psiquiatras (79,5%), 67 neurólogos (13,9%) y 19 especialistas en conductas adictivas (3,9%). En la comparación de sus opiniones sobre el diagnóstico y el tratamiento del TDAH en la infancia, adolescencia y edad adulta, se observaron diferencias de opinión significativas respecto a las tres etapas, en todas las dimensiones analizadas (p<0 adolescencia.="" adulta="" comparaci="" con="" conocimiento="" de="" div="" edad="" el="" en="" fue="" grado="" infancia="" la="" menor="" n="" sistem="" tdah="" ticamente="" valoraci="" y="">

Conclusiones. En opinión de los clínicos, el TDAH en la edad adulta es una entidad clínica menos definida y con un diagnóstico menos claro, en comparación con las otras etapas de la vida. El Grupo GEDA-A sugiere que es necesaria una formación más completa que facilite el diagnóstico y tratamiento del TDAH en el adulto.

Para poder visualizar el texto completo, necesita usted tener instalado el Adobe Acrobat, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: www.psiquiatria.com/enlaces/652


Abstract

Introduction: ADHD is a clinical entity that persists during adolescence and even into adulthood in many cases. Assuming that most adults with ADHD will not have been diagnosed in childhood, the GEDA-A group (Adult ADHD study group) considered that it was important to assess how much knowledge the clinicians had about ADHD in order to provide for the identification of the disorder in the adult. 

Methodology: A cross-sectional survey to be fill out by specialists involved in the diagnosis and treatment of ADHD was designed. This survey included questions on awareness of the disease in the different stages of life (childhood, adolescence and adulthood).

Results: 484 clinicians, with a mean age of 45 years (95% CI 44-46) and 17 years of professional experience (95% CI 16-18) filled out the survey. 384 were psychiatrists (79.5%), 67 neurologists (13.9%) and 19 addictive behavior specialists (3.9%). When their opinions were compared about the diagnosis and treatment of ADHD in childhood, adolescence and adulthood, significant differences of opinion were found regarding the three stages in all the dimensions analyzed (p<0 .0001="" a="" adhd="" adolescence.="" adulthood="" and="" assessment="" awareness="" childhood="" compared="" degree="" div="" in="" lower="" of="" showed="" systematically="" to="">

Conclusions: In the clinician’s opinion, ADHD in adulthood is a clinical entity that is less defined and whose diagnosis is not as clear, compared to ADHD in the other stages in life. The GEDA-A group suggests that it is necessary to have more comprehensive training that makes the diagnosis and treatment of ADHD in adults easier.

miércoles, 26 de junio de 2013

TODO SOBR EL TDAH



Un libro recoge todo sobre el TDAH en 370 páginas
Es una obra dirigida tanto a profesionales de distintos ámbitos como a familiares y estudiantes
Todo sobre el TDAH

Todo sobre el TDAHLa psicóloga Mª Ángeles Martínez ha coordinado a 23 especialistas de gran prestigio internacional en el campo del TDAH, que han unido sus esfuerzos, vivencias, experiencias y toda la ciencia a su alcance para crear Todo sobre el TDAH, una completa guía que ofrece respuestas a los múltiples interrogantes que en la actualidad suscita el trastorno y que acerca al lector a la realidad de lo que es y supone el TDAH en la vida diaria.

El libro es el resultado del compromiso de muchas personas que creen en la importancia de hacer más visible la problemática del TDAH, de entender mejor a las personas que presentan este trastorno, no sólo en la etapa de la infancia sino a lo largo de todo el ciclo vital y de buscar nuevas alternativas que mejoren las condiciones sociales, educativas y sanitarias de las personas con TDAH.
Esta publicación se plantea como un recurso que ayude a dar a conocer, comprender y actuar ante las necesidades de las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, sin olvidar el papel relevante de las familias en todo ello.

Se ha intentado proporcionar una visión multidisciplinar del trastorno al considerar que los avances y mejoras en el conocimiento, detección, diagnóstico e intervención del TDAH, se consiguen trabajando en equipo. Los profesionales de los distintos ámbitos, así como los padres y las propias personas con TDAH contribuyen, todos juntos, a dar claridad a un tema del que se habla mucho, pero se sabe poco.
Es una obra dirigida tanto a profesionales de distintos ámbitos como a familiares y estudiantes que deseen conocer y reflexionar sobre la realidad del TDAH.

viernes, 21 de junio de 2013

“El diagnóstico del TDAH en adultos es muchísimo más fácil que en niños”

Afirma que lo primero que experimenta el paciente cuando recibe el diagnóstico es “el gran alivio de saber qué es lo que le pasa”

El psiquiatra Josep Antoni Ramos Quiroga es el coordinador del Programa de TDAH del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona y está especializado en el tratamiento de adultos. Para explicar por qué el diagnóstico en adultos es “muchísimo más fácil” que en niños, compara el TDAH con una película: “al ser un trastorno crónico que se inicia en la infancia, el adulto nos permite ver su película en 30 fotogramas, uno por cada año de vida, mientras que en la película de un niño solo ves cinco, seis o siete fotogramas”.

¿Cuál es su visión del TDAH?

Es un trastorno que se inicia en la infancia y que, en muchos casos, perdura a lo largo de la vida y puede llegar a la edad adulta. Es el TDAH juegan un papel importante alteraciones que tienen que ver con la maduración cerebral y el neurodesarrollo. Por desgracia, todavía no se conoce bien a nivel social porque se vincula con exceso a errores educativos, incluso hasta llegar a cuestionar su existencia. Realmente, las personas que estamos día a día con pacientes, y que intentamos resolver los problemas que tienen, vemos lo que sufren, ya de niños, así como sus familias. Si no lo hacemos bien, tenemos unos altos costes personales y sociales. Si lo hacemos bien, en la gran mayoría de los casos se pueden reducir esos costes.


Está especializado en el tratamiento de adultos con TDAH, ¿cómo es el paciente que ve habitualmente?

Se pueden diferenciar tres tipos. El primero sería el paciente en tratamiento desde la infancia, cuyo trastorno persiste al llegar a la edad adulta, y al que los especialistas en Psiquiatría infantil derivan al servicio de adultos. En la gran mayoría de los casos hay una evolución buena.
 
Otro perfil es el adulto joven no diagnosticado de pequeño que llega a la consulta con excesivas problemáticas. Es más difícil empezar el tratamiento porque ya hay muchos costes que vienen desde el pasado y que limitan la buena evolución. Aún así, es posible tratarle y que las cosas mejoren.

El tercero sería el paciente derivado desde centros de drogodependencias. Hoy día, el médico experto en drogas ya tiene un buen conocimiento sobre el TDAH y diagnostica el trastorno en ese paciente adulto, que no había sido diagnosticado de pequeño.

¿Qué busca el adulto cuando llega a la consulta? ¿Tratamiento? ¿Información?

Busca resolver problemas que tiene desde hace muchos años y que están afectando a su vida. Emocionalmente, me cuesta ver a gente que, después de hacer el diagnóstico, rompe a llorar porque se da cuenta de que ha sufrido muchos años por algo que tiene un tratamiento y que es relativamente fácil de diagnosticar.
¿Hay casos en los que, al diagnosticar a niños con TDAH, se observa que algunos padres tienen el mismo trastorno?

Es una situación bastante frecuente. Al diagnosticar a un niño con TDAH, uno de los padres se puede ver identificado porque de pequeño tenía los mismos síntomas, síntomas que continúan y le dan problemas, pero no entiende por qué. Al ver que eso mismo que le sucede a él tiene un nombre y una solución, suelen consultar.

¿Qué herramientas utiliza el especialista para diagnosticar el TDAH en adultos?

El diagnóstico en adultos es muchísimo más fácil que en niños porque, al ser un trastorno crónico que se inicia en la infancia, el adulto nos permite ver su película en 30 fotogramas, uno por cada año de vida. Si nos pasan una película con solo cinco fotogramas, a no ser que salga el personaje clave, seguramente el diagnóstico será más difícil. En los adultos puedes ver como en todas las etapas de la vida han existido esos síntomas y han producido un impacto negativo en la evolución de la persona.
 

El psiquiatra detalla cómo es el diagnóstico en adultos.
Los instrumentos de evaluación han mejorado muchísimo. El diagnóstico del TDAH es clínico, con una entrevista con el paciente y, si es posible, con algún familiar que conozca a esa persona desde la infancia. Pero, además, tenemos instrumentos, como entrevistas semiestructuradas, para revisar cada uno de los 18 síntomas del TDAH en la infancia y en la edad adulta, que ponen ejemplos para que el paciente se pueda ver identificado y que evalúan el impacto en diferentes áreas de la vida del paciente.

También tenemos entrevistas que permiten evaluar el trastorno en adultos que consultan no por el TDAH, sino por problemas de drogas, que permiten un diagnóstico diferencial de si esos síntomas del TDAH son por las drogas o por el propio TDAH.
Luego hay una serie de escalas que permiten evaluar la intensidad de los síntomas del TDAH e, incluso, escalas que pueden ayudarnos para cuantificar el impacto funcional que tiene el TDAH.

Una vez diagnosticado el TDAH, ¿cuáles son los pasos a seguir?

En el caso del adulto no se diferencia a lo que hacemos en niños o adolescentes. El primer paso, que es fundamental y que tendría que ser universal para todo paciente, es transmitir desde la visita médica aspectos de psicoeducación: qué es el TDAH, qué implica, qué posibilidades tenemos de manejo, etc. Afortunadamente, es un trastorno que tiene diferentes opciones, que tendremos que aplicar, combinadas o no, en función de las características del paciente, del tipo de TDAH, de la gravedad que tenga y del impacto.

Una vez hecho este aspecto psicoeducativo, es muy importante, conjuntamente con el paciente, pactar y dialogar sobre cuál va a ser el tratamiento más adecuado e idóneo para él. Habrá pacientes que empezarán con un tratamiento psicológico cognitivo-conductual o, incluso, unas sesiones de psicoeducación, que puede ser suficiente para manejar los síntomas; otros casos mucho más graves empezarán con tratamiento farmacológico asociado al tratamiento psicológico; y en otros casos, dependiendo de los síntomas que tengan, a lo mejor solo aplicamos el tratamiento farmacológico.
¿En el caso de los adultos también es importante cambiar hábitos y corregirlos?

Sin duda. Es fundamental y, de hecho, es una de las grandes diferencias que tenemos entre niños que llegan a la edad adulta con TDAH y adultos diagnosticados en la edad adulta. ¿Por qué? Porque la gran mayoría de esos niños han recibido psicoeducación y pautas a nivel conductual: manejo de la agenda, control de la ira, gestión del tiempo… Esto en los adultos también va a ser útil, pero hay que empezarlo en una edad más avanzada en la cual hay muchos hábitos y creencias de cómo se ve uno a sí mismo que tendremos que modificar. Eso, afortunadamente, es posible gracias a los diferentes tratamientos de tipo psicológico que existen.
¿El tratamiento farmacológico es tan efectivo en los adultos como en los niños?

Es curioso que, quizá, el TDAH es el único trastorno psiquiátrico en el que hay muchísimas más evidencias científicas de la eficacia y seguridad de los psicofármacos en niños que en adultos. Los estudios en adultos muestran que los estimulantes son tratamientos muy eficaces para el TDAH, quizá menos que en niños, pero, aún así, tienen una eficacia superior a la que puede tener cualquier antidepresivo para el manejo de la depresión en la población adulta. Y los fármacos no estimulantes también han demostrado una eficacia importante en el tratamiento de los adultos con TDAH.

¿Cuáles son los primeros cambios que nota el adulto cuando empieza el tratamiento?

El adulto, en comparación con los niños, tiene muchísimas más variables que manejar al mismo tiempo. El niño tiene una familia que puede marcar unas pautas, unos hábitos y un control de la agenda, pero el adulto no, tiene que ser él mismo quien gestione eso y tiene muchas más variables que gestionar en su vida. Eso hace que, paradójicamente, a veces ser más intensa la repercusión del TDAH en el adulto.
Lo primero que experimenta el adulto cuando viene a la visita es el gran alivio de saber qué es lo que le pasa y de entender por qué le pasa, y eso ya es muy importante. Si conseguimos trasladarle rutinas en el manejo de la agenda; en el control de la ira, de la impulsividad y de la hiperactividad; y hábitos para no perder objetos y poder mejorar la atención, vemos que va mejorando. El gran impacto del abordaje farmacológico es que realmente esa persona tenga la capacidad de mantener la atención. Si lo combinamos con tratamiento psicológico haremos que esa persona aprenda cómo manejar la atención y utilizar el autocontrol.


¿Qué consecuencias tiene que el adulto con TDAH no esté tratado?

Bajo mi punto de vista, el TDAH se ha banalizado en muchas ocasiones y se ha circunscrito solo a un hecho de buen o mal comportamiento, o a un hecho de buenas o malas notas. Si uno revisa la literatura científica, puede observar como el TDAH se asocia en algunas ocasiones a conductas delictivas y antisociales en algunos pacientes. En estudios en prisiones se observa que hay hasta un 25 o 30 por ciento de pacientes en prisión que tienen TDAH. Esta es una de las consecuencias más negativas del TDAH. Afortunadamente, eso solo sucede en el 10 por ciento de las personas con TDAH y suele ser habitual que sean personas que nunca han recibido un diagnóstico, que nunca han hecho un tratamiento correcto y que han tenido un ambiente cotidiano distorsionado.
Otro de los impactos importantes, que va muy asociado a la criminalidad, es el consumo de tóxicos. A lo largo de la vida, el 40 por ciento de los pacientes va a tener un trastorno por uso de sustancias. A los clínicos saber eso, que obviamente no es positivo, nos da la oportunidad inmensa de poder hacer una prevención desde la edad infantil. Hay día hay excelentes tratamientos a nivel psicológico para prevenir esas conductas en el ámbito de las drogodependencias e, incluso, tratamientos farmacológicos que pueden reducir ese riesgo en la infancia y la adolescencia.
Otra consecuencia negativa que tiene el TDAH son las situaciones que vinculan el déficit de atención y la impulsividad con los accidentes de tráfico. Los estudios en ese sentido son bastante contundentes en cuanto a las estadísticas de accidentes y multas por exceso de velocidad entre pacientes con y sin TDAH.

¿Cómo evolucionan el déficit de atención y la hiperactividad en la edad adulta?
Habitualmente, el déficit de atención se mantiene de una manera muy constante a lo largo de la vida, los síntomas no cambian de forma importante. En cambio, en la hiperactividad sí que encontramos cambios, incluso en la expresión de esa hiperactividad. No es tan externa, de alguien que no para de moverse, sino más interna. Las personas se sienten muy incómodas cuando tienen que estar sentadas, les cuesta relajarse, tienen un movimiento constante de los pies o de las manos…

En cuanto a la impulsividad, está en un término intermedio; mejora con la edad, pero no tanto como la hiperactividad y, de hecho, en muchas ocasiones la impulsividad deriva a otros síntomas muy importantes en el TDAH, como la inestabilidad emocional. En los adultos, esa inestabilidad emocional, que ya existe muchas veces en la infancia, puede persistir en la edad adulta: los cambios constantes de ánimos, la dificultad para controlar los impulsos, para tolerar la frustración, para adaptarse al cambio…
¿Se puede predecir cómo evolucionará el TDAH?

Hoy día hay suficientes datos, a diferentes niveles, que nos permiten predecir la mala evolución del TDAH. Un paciente con TDAH que, además, tiene muchísimo trastorno de conducta, un trastorno disocial o un trastorno negativista-desafiante muy intenso, tendrá especial riesgo y especial vulnerabilidad a una mala evolución posterior.
Un ambiente psicosocial adverso o un contexto de pocos recursos económicos, de poco apoyo y poca estructura familiar, también es una situación de riesgo para una mala evolución del TDAH. Además, a nivel genético empiezan a salir trabajos que demuestran que hay una cierta asociación entre determinadas variantes genéticas y el mayor riesgo de drogodependencia en estos pacientes.


El TDAH y la adicción a las nuevas tecnologías.
Lo importante es que el médico, de forma individualizada, evalúe los riesgos de cada paciente y que tengamos la posibilidad de hacer una prevención intensa. Quienes se quedan con el discurso de que esto no existe, de que es una cuestión social, están muy lejos de la realidad. Las primeras descripciones del TDAH y los primeros fármacos son del siglo pasado; la primera molécula que demostró cierta eficacia se descubrió en 1936 y las primeras descripciones clínicas son de 1902. Si nos quedamos con este discurso de salón, predicado por gente que o no tiene que lidiar con los problemas de los pacientes con TDAH día a día, evolucionará hacia lo que yo llamo “TDAH con metástasis”, con otras problemáticas.

¿Qué mensaje en positivo da a las personas recién diagnosticadas con TDAH?

Para mí, lo más positivo es, primero, que tenemos recursos para lidiar con el TDAH y un buen conocimiento. Todavía nos faltan muchas cosas por conocer, desde luego, pero no hay temas cerrados en la medicina. Es un tema científico que vamos conociendo a medida que vamos caminado, pero, hoy día, tenemos buenas alternativas.
Cuando el adulto llega a la consulta lo importante es focalizar la atención en aquello que ha ido muy bien durante los años, no en lo que ha ido mal.


Y, si hablamos de niños y adolescentes, lo importante es el aspecto preventivo. Conocemos mucho de lo que pasa con el TDAH a lo largo de los años y tenemos que poner todos los esfuerzos para hacer prevención, sobre todo de las drogas, pero no solo de las ilegales, también del tabaco. Siempre me gusta decirles que el TDAH no les va a matar, pero el tabaco, si no hacemos algo en ese sentido, sí que va a tener consecuencias más dramáticas.


fotos de Maria Muñoz

miércoles, 19 de junio de 2013

TDAH Y LATERIDAD


Mi amiga Cris, en una conversación sobre TDAH, me preguntó si hay o no relación entre la lateralidad y el tdah, y me ha parecido un buen tema para tratarlo en el blog. así que he buscado información y os paso un buen resumen así que hablemos hoy de LATERIDAD y TDAH


 La lateralidad cruzada o contrariada se presenta muy a menudo en niños diagnosticados de T.D.A.H., trastornos específicos del aprendizaje (T.E.A.) e incluso en el Retraso Mental, por lo que existe una gran comorbilidad entre ellos, pero antes de entrar en el tema veamos que entendemos por lateridad

La inversión de números y letras es uno de los síntomas más evidentes de la posibilidad de una lateralidad cruzada o contrariada. La serie de números que se presenta a continuación corresponde a un niño de 7 años con diagnóstico de T.D.A.H. Pueden observarse las inversiones de los números 4 y 9 así como la inconsistencia del 5. También hay un mal control del espacio al presentar la serie una línea descendente.


Lateralidad  es  la consecuencia del reparto de funciones que se establece entre los dos hemisferios cerebrales y de este reparto depende la utilización preferente de un lado o el otro del cuerpo (derecho o izquierdo) para ejecutar determinadas respuestas o acciones.



La lateralidad es una función compleja que se deriva de la organización binaria de nuestro Sistema Nervioso. De hecho, gran parte de nuestro cuerpo se articula de forma doble: dos ojos, dos oídos, dos orejas, dos pulmones, dos riñones, etc... Nuestro cerebro igualmente dispone de dos estructuras hemisféricas especializadas y que son las responsables de controlar todo el complejo sistema dual, integrando la diferente información sensorial, orientándonos en el espacio y el tiempo y, en definitiva, de interpretando eficientemente el mundo que nos rodea.


A su vez, los hemisferios presentan lateralización cortical, es decir, especialización en ciertas funciones cognitivas. Tradicionalmente se ha asociado el hemisferio izquierdo con la zona que procesa de forma verbal, lógica, secuencial. Por su parte el hemisferio derecho es más intuitivo, menos racional, global, creativo, más capaz con las relaciones espaciales y el procesamiento simultáneo de la información.

La asociación lateralidad-lateralización hemisférica sigue siendo muy controvertida debido a que, si bien, la sensibilidad corporal y la motricidad de las partes derecha e izquierda del cuerpo están directamente relacionadas con el hemisferio contralateral (el izquierdo controla la parte derecha del cuerpo y el derecho la parte izquierda corporal), no sucede lo mismo con la visión y la audición donde cada receptor envía información simultánea a ambos hemisferios. Además hay que contar con el cuerpo calloso que sirve de vía de conexión interhemisférica y, por tanto, facilita la comunicación entre ambos

Hasta los 4 o 5 años no tiene demasiada importancia conocer donde están la derecha y la izquierda. El niño va desarrollándose según su curso evolutivo y todavía resulta innecesario el conocimiento del espacio codificado según las coordenadas derecha-izquierda. El espacio lo percibe el niño directamente.

Las cosas empiezan a cambiar cuando se inicia el aprendizaje formal y en concreto el de la escritura y la lectura. Ahora el niño se va a encontrar con unos símbolos (letras y números) cuyas coordenadas espaciales y temporales le van a marcar su significado. El control, por tanto, de dichas coordenadas supone un paso previo fundamental para la comprensión de los mismos.


 Tipos de  lateralidad o dominancia
Dominancia Manual: Preferencia o mayor facilidad para utilizar una de las manos (derecha o izquierda) para ejecutar acciones como coger objetos o escribir.


Dominancia Podal: Nos indica el pie dominante para efectuar acciones como chutar una pelota, 
mantenerse en pie con sólo una pierna, etc...


Dominancia Ocular: Aunque los dos ojos son necesarios para configurar una imagen correcta, hay uno que se prefiere para mirar por un catalejo o apuntar con una carabina, se trata del ojo dominante.


Dominancia Auditiva: Se refiere a la preferencia o tendencia a escuchar más por un oído que por el otro, por ejemplo, al coger un auricular, un teléfono móvil.

Hablamos de lateralidad homogénea cuando mano, pie, ojo y oído ofrecen una dominancia en el mismo lado ya sea en el lado derecho (diestro) o izquierdo (zurdo).

Estamos ante una lateralidad cruzada cuando existe una lateralidad distinta de la manual para pies, ojos u oídos (por ejemplo mano derecha dominante con dominio del ojo izquierdo). En estos casos también se habla de “asimetría funcional”.
La lateralidad cruzada mano-ojo, ha sido una de las más estudiadas y con frecuencia es sinónimo de problemas en el aprendizaje, en especial en los procesos de lectura y escritura.


En ocasiones se utiliza el concepto de lateralidad contrariada para expresar que el niño ha invertido en algún o algunos miembros su tendencia natural (por ejemplo niño zurdo que se le ha forzado ha aprendido a escribir con la derecha).


Hay también otras posibilidades como la denominada lateralidad mixta que se utiliza para designar a aquellos individuos que presentan heterogeneidad en alguna o todas las lateralidades (p.e. algunas actividades se realizan con una mano y otras con la contraria), también el ambidextrismo que señala a aquellos sujetos que son igualmente hábiles con cualquiera de las dos partes del cuerpo (derecha-izquierda) para efectuar algunas actividades.

¿Qué determina la lateralidad?
Los factores que intervienen en una buena organización lateral son muchos. A continuación se describen los más importantes:
La información genética. La influencia del entorno (medio cultural, costumbres...).La educación y aprendizaje recibido.
En la construcción de la lateralidad, siempre que no haya factores patológicos, se ha constatado un predominio de un cierto determinismo genético. Así algunos estudios apunta que la posibilidad de tener un hijo zurdo siendo ambos progenitores diestros es de un 9,5% aumentando esta cifra al 26% si ambos padres son zurdos.
También está probada la influencia de factores ambientales o sociales. En este sentido se apunta a que los niños ya desde muy pequeños suelen recibir los objetos dirigidos a la mano derecha por parte de los adultos. Además muchos de dichos objetos están hechos para ser manipulados por diestros.
Una de las actividades donde más se refleja la influencia social es en la escritura manuscrita. En las sociedades más conservadoras, en las que se prohíbe la escritura con la mano izquierda, el porcentaje de zurdos puede situarse entorno al 4 o 5%.

5- Porcentaje de zurdos en población adulta*

ManosEscrituraPiesVistaOído
Hombres10,039,9220,4528,8740,89
Mujeres7,969,1813,8329,1729,67
Los resultados de este estudio apuntan a una prevalencia de zurdos manuales del 9-10% aproximadamente y no es siempre coincidente con la mano que se escribe. En la vista y el oído el porcentaje aumenta considerablemente. Una de las conclusiones a extraer es que la población adulta normal presenta frecuentemente una lateralidad cruzada entre diferentes partes del cuerpo.

 Lateralidad y Aprendizaje

Los niños que presentan una lateralidad homogénea ( mano, pie, ojo, oído dominantes en el mismo lado), tradicionalmente se ha creído que tienen una mejor disponibilidad para el aprendizaje al poder integrar de forma más eficaz la diversa información sensorial. Esto puede resultar cierto en muchos casos pero no en todos. No puede establecerse de manera concluyente una relación efecto-causa entre la presencia de una lateralidad no homogénea y la de trastornos del aprendizaje. Sin embargo, debe evaluarse la lateralidad como un factor de riesgo añadido a otros factores.


Diferentes estudios efectuados comparando el porcentaje de disléxicos de la población general con el porcentaje en grupos de zurdos manuales, de individuos con lateralidad cruzada o de zurdos de la mirada, dan como resultado un mayor porcentaje en estos grupos que en población normal.Es a partir de la Educación Primaria cuando el niño con una lateralidad mal establecida puede presentar dificultades específicas en el aprendizaje. A continuación se muestra un resumen de los síntomas en los diferentes ámbitos.

 Síntomas lateralidad contrariada en Primaria

Fallos en los procesos:Fallos en la práctica escolar:Síntomas psicológicos:
Dificultad en la automatización de la lectura, la escritura o el cálculo.Lee muy lento y con pausas. Se pierde a menudo. Falta de ritmo.Dificultad de Atención. Se distrae con facilidad. Hiperactividad.
Problemas en organizar adecuadamente el espacio y el tiempo. Dificultades en la ordenación de la información codificada.Confusiones derecha-izquierda que le dificultan la comprensión de la decena, centena. Confusión entre la suma y la resta o la mutiplicación y la división. También de sílabas directas e inversas.Desmotivación. Escaso o nulo interés en algunas actividades.
Torpeza psicomotriz. Confusión para situarse a derecha o izquierda a partir del eje medio corporal.Mejor nivel de comprensión de las explicaciones verbales que de las tareas escritas. Preferencia por el cálculo mental que el escrito. Mayor facilidad para dar explicaciones verbales que para realizar trabajos escritos.Según el perfil del niño puede manifestarse inhibición, irritabilidad, desesperanza, reacciones desmedidas, etc..
Lento de reacción. Escaso de reflejos inmediatos delante ciertas actividades manuales.Puede presentar disgrafía,dislexia, discalculia. También dislalias y a expresar lo contrario de lo que piensa.Baja autoestima
Inversiones en el ordenamiento gráfico y lector.Escribe letras y números en forma invertida, comoreflejadas en un espejo (ver ejemplo más abajo)Incapacidad para concentrarse en una única tarea durante un espacio de tiempo determinado.

Detectar y evaluar la lateralidad


La lateralidad suele evaluarse a partir de los 5/6 años y coincidiendo con los primeros aprendizajes que precisan de códigos escritos. Debemos tener en cuenta que a estas edades la lateralidad probablemente aún está en construcción y es normal encontrar datos contradictorios. El fin de la evaluación debe ser intentar descifrar la lateralidad natural del niño para corregir a tiempo si se detectan cruzamientos.



El problema no es ser diestro o zurdo sino que las diferentes dominancias estén organizadas en el mismo lado, especialmente en lo que se refiere a la mano, ojo y pie.


Aconsejamos para una evaluación correcta el uso de pruebas específicas como el Test de Dominancia Lateral de Harris.
A modo de una primera aproximación se exponen algunas de las pruebas comunes para la valoración de la dominancia lateral en sus diferentes modalidades:

Dominancia manual: -Pedir al niño que coja un lápiz de la mesa y que escriba una serie de números (p.e. del 1 al 10). Se observa la mano con la que coge el lápiz y escribe. En condiciones normales, ésta será la mano dominante. Se debe también pedirle que coja diferentes objetos (peine, cepillo de dientes...) y comprobar si sigue utilizando la misma mano o no.
-Podemos luego solicitarle que trate de escribir la misma serie de números pero con la otra mano. Un niño diestro bien organizado debería presentar gran dificultad para efectuar los números con la mano izquierda presentando inversiones frecuentes.

-Otras pruebas de verificación: descorchar una botella, pegar etiquetas, manejar herramientas, cortar con tijeras, encaje de puzzles...

Dominancia ocular:-Una de las pruebas clásicas es la del papel perforado. Puede utilizarse cualquier material que pueda manejar el niño y que tenga un pequeño agujero central. Se le pide que en posición de pie sostenga con los brazos estirados el papel perforado. A esta distancia se le dice que trate de mirar a través del agujero algún punto situado detrás (puede ser el propio evaluador). La siguiente instrucción es que vaya acercando poco a poco el papel a la cara hasta tocar la misma. Esto debe hacerlo sin dejar de mirar por el agujero enfocando al punto fijado. Una vez que el papel llega al rostro el niño ha situado el agujero frente al ojo dominante.

-Puede también evaluarse la dominancia ocular con calidoscopios o tubos pidiendo al niño que mire a través de ellos. El ojo en el que se sitúa el objeto es el dominante.

Dominancia de pie:Las pruebas clásicas comprenden un amplio repertorio como chutar una pelota o mantenerse durante un tiempo a la pata coja sin moverse. En ambos casos la pierna con la que se chuta o la que sostiene el cuerpo suele ser la dominante.

Dominancia auditiva:Es, sin duda, a la que menos atención se ha prestado y, a su vez, la que puede presentar mayor variabilidad según la tarea a efectuar.
Las pruebas más sencillas consisten en entregar algún objeto con ruido tenue (auricular, reloj u otro) y pedirle que escuche atentamente. La oreja hacia la que dirige el objeto es la dominante.

 Intervención

Sigue siendo muy controvertida la idoneidad de la intervención sobre la lateralidad a efectos de corregir ciertas irregularidades. Hay autores que defienden la intervención temprana para evitar los posibles efectos posteriores sobre el aprendizaje y otros, por su parte, minimizan las consecuencias y defienden el desarrollo natural del proceso limitando la intervención a potenciar en el niño las dominancias establecidas.

Cada niño es un caso diferente con sus propias peculiaridades y no podemos generalizar en cuanto a la necesidad de intervenir.



En todo caso, el paso previo para cualquier intervención requiere de una correcta evaluación psicomotriz, de estudiar la historia evolutiva del niño, el conocimiento de la existencia de posibles trastornos orgánicos o secuelas de accidentes y también de los resultados del examen oftalmológico.

La mala lateralidad puede manifestarse de diferentes formas siendo la más corriente la que suele denominarse como cruce lateral simple en el que el niño utiliza habitualmente su ojo dominante y escribe con la mano subdominante, es decir, es el caso de niños diestros de pie y mano pero con dominancia en el ojo izquierdo o a la inversa.
foto de María Muñoz
En estos casos se aconseja que, si se decide la corrección de la lateralidad, actuar sobre el cambio de la dominancia de la mano antes que con la del ojo. Esto se justifica dado que es menos complicado y actuamos a favor de la tendencia neuro-biológica del niño.

No hay que olvidar que la tendencia lateral induce una distribución de funciones entre los dos hemisferios y, por tanto, aplicar un programa en contra del diseño neurobiológico supone complicar bastante la red de conexiones interhemisféricas. Contrariamente, aplicar un programa a favor de esta tendencia simplifica el proceso y optimiza los resultados.

En el caso de aplicarse un cambio de dominancia visual debe contarse con las directrices de un especialista en optometría que dirija el tratamiento.
Normalmente el tratamiento consiste en un programa de entrenamiento visual que implica la obturación del ojo que debe ceder la dominancia o el trabajo con filtro rojo. Las diferentes actividades que debe realizar el niño han de ser determinadas por el optometrista.

FOTOS DE MARIA MUÑOZ

En el blog de Nacho Torras podeis leer esta entrada
http://asientonumerado.blogspot.com.es/2011/01/lateralidad-y-tdah.html

lunes, 10 de junio de 2013

VYNANSE LISDEXANFETAMINA PARA EL TRATAMIENTO DEL TDAH

Una amiga mía, María Aurora Diaz Montero, me ha comentado  el nuevo tratamiento para el tdah de la lisdexanfetamina (Vyvanse) que está a punto de aprobarse y comercializarse en España. Desde hace al menos tres años ya en reuniones de expertos de tdah, y en congresos se nos ha presentado la nueva fórmula, que en otros países ya está comercializada. Se trata de una molécula formada por un aminoacido esencial, la LISINA unido a la ANFETAMINA. Os recuerdo que el tratamiento del tdah con estimulantes fue utilizado de forma fortuita en el año 1936 al administrarle anfetamina a un niño con tdah hiperquinetico y tener un efecto paradójico, ya que tras la administración de la anfetamina (ESTIMULANTE) el paciente mejoró en atención y desapareció su estado hiperquinetico. Por ello este nuevo fármaco, ya es conocido, pues se trata de anfetamina a la cual se le ha añadido un aminoácido esencial para que solo sea activo por via oral, y de esta forma se previene que no pueda usarse este fármaco con otros fines o mal uso, como por ejemplo para adición de estimulantes,  la molécula lisina-anfetamina no tiene efectos por vía nasal ni por vía intravenosa.
foto María Muñoz
Que es por tanto VYVANSE, un estimulante cuyo principio activo es la anfetamina,  y para mi opinión no creo que aporte nada que ya no nos aporta el metilfenidato (estimulante) por lo que considero que este tratamiento es una herramienta mas terapéutica en e mercado, dentro de los fármacos de primera elección para el tratamiento del tdah. Aunque insisto no aporta nada nuevo que no tenga el metillfenidato .
Os adjunto información del producto.





Foto del medicamento
Nombre genérico: Lisdexanfetamina - Oral

Marca de fábrica común name(s): Vyvanse
Presentaciones 20, 30, 40 50 60 y 70 mgr


Advertencia
El uso incorrecto o excesivo de anfetaminas puede causar problemas cardíacos y de presión arterial graves (potencialmente mortales). Los medicamentos anfetamínicos pueden crear dependencia. Use este medicamento únicamente como se le indique. Si está usando este fármaco por un período prolongado, puede hacerse dependiente y presentar síntomas de abstinencia al suspender su uso. Para obtener más información consulte a su médico o farmacéutico. Consulte también la sección de Modo de empleo.
Usos
La lisdexanfetamina se usa para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (DAH), como parte de un plan de tratamiento integral que incluye medidas psicológicas, sociales y otros tratamientos. Puede ayudar a mejorar la capacidad de poner atención, permanecer enfocado y controlar la inquietud.Este medicamento es un estimulante. Se cree que actúa restableciendo el equilibrio de ciertas sustancias naturales (neurotransmisores) en el cerebro.
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Modo de empleo
Lea la Guía del medicamento que su farmacéutico le facilita antes de tomar lisdexanfetamina y cada vez que renueve su receta. Si tiene alguna duda, consulte a su médico o farmacéutico.Tome este medicamento con o sin alimentos, según las indicaciones de su médico, generalmente una vez al día por la mañana. No tome este medicamento en la tarde o en la noche, ya que puede causarle dificultad para conciliar el sueño. La dosificación dependerá de su afección médica y respuesta al tratamiento. Es posible que su médico ajuste su dosis para encontrar la más apropiada para usted. Siga exactamente las indicaciones de su médico.Este medicamento puede tragarse entero. No obstante, si tiene dificultad para tragar el medicamento, puede abrir la cápsula y verter su contenido (polvo) en un vaso de agua. Use una cuchara para separar el polvo que se quede pegado. Revuelva bien el contenido hasta que se disuelva por completo. Tome la mezcla inmediatamente. No prepare una mezcla para usarla más tarde. Es normal que quede una capa viscosa en el interior del vaso después de tomar toda la medicina.Para beneficiarse al máximo de este medicamento, úselo regularmente. Para recordar más fácilmente, tómelo a la misma hora cada día.Durante el tratamiento, es posible que de vez en cuando su médico le recomiende suspender el medicamento durante un período breve, para determinar si se han producido cambios en el comportamiento y si el medicamento sigue siendo necesario.Este medicamento puede causar reacciones de abstinencia, especialmente si lo usa regularmente durante un período prolongado o en dosis altas. En estos casos, si suspende este medicamento repentinamente, pueden producirse síntomas de abstinencia (incluyendo cansancio intenso, problemas de sueño, cambios mentales/anímicos como depresión). Para prevenir las reacciones de abstinencia, es posible que su médico reduzca su dosis gradualmente. Consulte a su médico o farmacéutico para obtener más información y reporte inmediatamente cualquier reacción de abstinencia.Este medicamento ofrece claros beneficios, pero en raras ocasiones puede crear adicción. Este riesgo puede ser mayor si ha abusado del alcohol o de fármacos/drogas en el pasado. Para reducir el riesgo de adicción, tome este medicamento exactamente como se lo recetaron. No aumente su dosis ni use este medicamento con más frecuencia ni por más tiempo de lo recetado. Suspenda correctamente el uso de este medicamento cuando se le indique.Cuando se usa durante un período prolongado, este medicamento puede perder su eficacia. Si siente que el efecto del medicamento disminuye, informe a su médico.Informe a su médico si su afección no mejora o empeora.
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Precauciones
Antes de tomar este medicamento, informe a su médico o farmacéutico si es alérgico a éste, a otras aminas simpaticomiméticas (por ejemplo, dextroanfetamina), o si padece de cualquier otra alergia. Este producto podría contener ingredientes inactivos que pueden causar reacciones alérgicas u otros problemas. Consulte a su farmacéutico para obtener más información.Antes de usar este medicamento, informe a su médico o farmacéutico acerca de su historial médico, especialmente acerca de: ciertas afecciones mentales/anímicas (por ejemplo, agitación intensa, psicosis), antecedentes personales/familiares de trastornos mentales/anímicos (por ejemplo, trastorno bipolar, depresión, trastorno psicótico, pensamientos suicidas), problemas cardíacos (incluyendo ritmo cardíaco irregular, enfermedad de las arterias coronarias, ataque cardíaco en el pasado, insuficiencia cardíaca, cardiomiopatía, problemas con la estructura del corazón como problema de válvulas cardíacas), antecedentes familiares de problemas cardíacos (por ejemplo, muerte súbita, latidos cardíacos irregulares), antecedentes de derrame cerebral, presión arterial alta, hipertiroidismo (tiroides hiperactiva), cierto problema ocular (glaucoma), convulsiones, antecedentes personales/familiares de uso/abuso de medicamentos/drogas/alcohol, antecedentes personales/familiares de movimientos musculares incontrolables (por ejemplo, síndrome de Tourette).Este medicamento puede causar mareos. No maneje, use maquinaria ni lleve a cabo ninguna actividad que requiera estar alerta, hasta estar seguro de que puede realizar estas actividades sin peligro. Limite su consumo de bebidas alcohólicas.Antes de someterse a una cirugía, informe a su médico o dentista de todos los productos que usa (incluidos los medicamentos con o sin receta y los productos herbales).Los niños pueden ser más sensibles a los efectos secundarios de este medicamento, especialmente a la pérdida de peso. Este medicamento puede reducir el crecimiento infantil. Para reducir este riesgo, es posible que el médico ocasionalmente recomiende la suspensión temporal del medicamento. Supervise el peso y altura de su hijo. Para obtener más información consulte a su médico o farmacéutico.Durante el embarazo, sólo use este medicamento cuando sea claramente necesario. Hable con su médico acerca de los riesgos y los beneficios. Los bebés nacidos de madres con dependencia a este medicamento pueden nacer prematuramente y tener un bajo peso al nacer. También pueden experimentar síntomas de abstinencia. Informe inmediatamente a su médico si nota posibles cambios en el estado de ánimo, inquietud o cansancio inusual en su recién nacido.Este medicamento pasa a la leche materna y puede producir efectos no deseados en el lactante. Por lo tanto, se desaconseja amamantar mientras lo usa. Consulte a su médico antes de amamantar.

Interacciones con otros medicamentos

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Las interacciones medicamentosas pueden cambiar la acción de sus medicamentos o aumentar su riesgo de sufrir efectos secundarios graves. Este documento no menciona todas las posibles interacciones entre medicamentos. Lleve consigo una lista de todos los productos que usa (incluidos los medicamentos con receta, sin receta y productos herbales) y compártala con su médico y farmacéutico. No empiece, suspenda ni cambie la dosificación de ningún medicamento sin la aprobación de su médico.Evite tomar inhibidores de la MAO (isocarboxazida, linezolid, azul de metileno, moclobemida, fenelzina, procarbazina, rasagilina, selegilina, tranilcipromina) mientras recibe tratamiento con este medicamento así como 2 semanas antes y después del mismo. En algunos casos puede producirse una interacción medicamentosa grave (potencialmente mortal).Revise las etiquetas de todos sus medicamentos (por ejemplo, productos para la tos y el resfriado, productos para adelgazar) porque pueden contener ingredientes que podrían aumentar su frecuencia cardíaca o su presión arterial. Consulte a su farmacéutico acerca del uso prudente de estos productos.Evite beber grandes cantidades de bebidas que contengan cafeína (café, té, bebidas gaseosas), comer mucho chocolate o tomar productos sin receta médica que contengan cafeína. La cafeína puede aumentar los efectos secundarios de este medicamento.La lisdexanfetamina es muy similar a la dextroanfetamina. No use medicamentos que contengan dextroanfetamina mientras usa lisdexanfetamina.Este medicamento puede interferir con ciertos análisis de laboratorio (incluyendo pruebas de niveles de esteroides en sangre y en orina), lo que puede causar resultados falsos de los análisis. Asegúrese de que el personal de laboratorio y todos sus médicos sepan que usted usa este medicamento.


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Efectos secundarios

Puede causar náuseas, vómitos, dolor estomacal/abdominal, pérdida del apetito, boca seca, dolor de cabeza, nerviosismo, mareos, dificultad para dormir, sudoración, pérdida de peso, irritabilidad e inquietud. Informe lo antes posible a su médico o farmacéutico si cualquiera de estos efectos persiste o empeora.Recuerde que su médico le ha recetado este medicamento porque considera que el beneficio para usted es mayor que el riesgo de los efectos secundarios. Mucha gente que usa este medicamento no presenta efectos secundarios graves.Este medicamento puede elevar su presión arterial. Tómese la presión arterial regularmente e informe a su médico si obtiene alguna lectura alta.Notifique de inmediato a su médico si presenta cualquier efecto secundario grave, incluyendo: visión borrosa, ritmo cardíaco acelerado/fuerte/irregular, cambios mentales/anímicos/de comportamiento (por ejemplo, agitación, agresión, cambios de humor, depresión, alucinaciones, pensamientos/comportamiento anormales), movimientos incontrolables, contracciones/temblores musculares, emisión repentina de palabras/vocalizaciones, cambio en la capacidad/interés sexual, inflamación de tobillos/pies, cansancio intenso, pérdida de peso rápida/sin motivo aparente.Busque atención médica de urgencia si presenta cualquier efecto secundario muy grave, incluyendo: falta de aliento, desmayos, dolor de pecho/mandíbula/brazo izquierdo, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo, hablar arrastrando las palabras, confusión, cambios repentinos en la vista.Rara vez ocurre una reacción alérgica muy grave a este medicamento. Sin embargo, busque atención médica de urgencia si nota cualquier síntoma de una reacción alérgica grave, incluyendo: erupción cutánea, picazón/inflamación (especialmente en la cara/lengua/garganta), mareos intensos, dificultad para respirar.Esta no es una lista completa de los posibles efectos secundarios. Comuníquese con su médico o farmacéutico si nota otros efectos no mencionados anteriormente.En los Estados Unidos -Llame a su médico para consultarlo acerca de los efectos secundarios. Puede reportar efectos secundarios a la FDA al 1-800-FDA-1088.En Canadá - Llame a su médico para consultarlo acerca de los efectos secundarios. Puede reportar efectos secundarios a Salud Canadá (Health Canada) al 1-866-234-2345.
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Dosis omitida
Si omite una dosis, tómela en cuanto se acuerde, por la mañana. Por la tarde, o si se acerca la hora de la siguiente dosis, no use la dosis omitida, y siga con su régimen de dosificación. No duplique la dosis para ponerse al día.
Sobredosis
Si sospecha que ha usado una sobredosis, comuníquese de inmediato con un centro de control de intoxicaciones o la sala de urgencias. Los residentes de EE.UU. pueden llamar a su centro local de control de intoxicaciones al 1-800-222-1222. Los residentes de Canadá pueden llamar a un centro provincial para el control de intoxicaciones. Los síntomas de una sobredosis pueden incluir cambios mentales/anímicos severos (por ejemplo, confusión, alucinaciones), convulsiones, ritmo cardíaco irregular, inquietud severa, respiración acelerada.

Notas
No comparta este medicamento con nadie. La ley lo prohíbe.Es posible que periódicamente se tenga que someter a análisis de laboratorio y/o pruebas médicas (por ejemplo, chequeo de la presión arterial, ritmo cardíaco, supervisión de crecimiento en niños) para supervisar su progreso o detectar efectos secundarios. Consulte a su médico para obtener más información.

Almacenamiento

Guarde este producto a temperatura ambiente, protegido de la luz y la humedad. No lo guarde en el cuarto de baño. Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance de los niños y las mascotas.No deseche medicamentos en el inodoro ni en el desagüe a menos que se lo indiquen. Deseche apropiadamente este producto cuando se cumpla la fecha de caducidad o cuando ya no lo necesite. Consulte a su farmacéutico o a su compañía local de eliminación de desechos para obtener más información.